martes, 22 de abril de 2014

MANUAL DE REPORTERÍA


1.    Seleccionar el tema

Al momento de seleccionar el tema, es importante identificar si genera interés y si es relevante para el lector o un grupo determinado de ciudadanos. Identificar si un tema es de interés, está directamente relacionado con que sea nuevo, que tenga proximidad geográfica y que sea impactante para una comunidad.
A la hora de escribir, se busca que lo plasmado sea leído, por ende, el tema escogido debe brindar información útil al ciudadano que le permita tener conceptos e ideas claras tomar decisiones en pro de sus derechos y deberes.
 

2.    Investigación

Al momento de investigar, el periodista se apropia del tema, descubre detalles y situaciones particulares que le permitan guiar su historia. En ese orden de ideas, es más creíble la historia de alguien que cuenta con detalles lo sucedido que el que lo justifica con generalidades.
Cuando investigamos, y si el tema a investigar lo permite, es importante indagar sobre cifras que permitan ilustrar la información y generar veracidad en lo que se está diciendo al lector. 
 

3.  Seleccionar las fuentes (se recomienda tener varias para un mismo acontecimiento que permitan verificar y contrarrestar la información)

Una fuente es de información porque fue testigo directo o indirecto o porque está relacionado con el tema, como por ejemplo su vinculación o pertinencia. No hay trabajo investigativo sin fuentes y todo texto periodístico está respaldado por testimonios y por fuentes. Del manejo que se les dé, depende en gran medida la credibilidad y calidad del trabajo periodístico.

Existen diferentes clasificaciones, según el origen de la información y otros aspectos, pero las podemos agrupar de la siguiente manera:

1.  Observación directa de la realidad

2.  Testimoniales u oculares: Las fuentes directas o de primera mano, vivieron la experiencia o la observaron.

3. Institucionales (Gubernamentales y no gubernamentales), (Oficiales y no oficiales)

4. Documentales: Mapas, registros electorales, cartas, carnets, fotografías, antiguas, hemeroteca.

5. Especializadas: Es el que conoce a profundidad, ha trabajado o ha estudiado mucho el tema.

6. Fuentes de contexto: Aclara el tema, es posible que no se mencionen pero contextualiza, podría no ofrecer información sustancial pero si complementaria.

7. Fuentes anónimas: (Reserva del nombre)
 

4.    Prepararse para la entrevista ya sea telefónica o personal (derrotero de preguntas)

El periodista debe estar informado del tema y de la persona a entrevistar para evitar engaños o poca información, leer todo aquello que haya sido escrito sobre el entrevistado e investigar a aquellos que lo conozcan, luego debe escribir una lista de preguntas y aprenderse la principales de memoria y tener la lista a la mano por si la memoria falla pero no limitarse a ellas.

Una entrevista cara a cara es más recomendable que una telefónica porque le permite al reportero observar el medio donde se desenvuelve, además porque tiene una gran ventaja al momento de enfrentarse en un momento de tensión mientras que por teléfono el entrevistado cuelga y fin de la entrevista.
 

5.    Tener el control de la entrevista

“Alguien interesado habla con alguien interesante” 
El objetivo principal es que el entrevistador maneje este espacio, absorbiendo y entendiendo la información que se le está proporcionando, sin perder el ritmo y comprendiendo la objetividad que se está buscando.

Tener claridad, enfoque y  contexto en el tema es la clave para manejar con excelente ritmo la entrevista. El periodista debe encontrarse bien documentado para no llegar a improvisar, manejando las pausas y poniendo en primer orden las preguntas menos polémicas.
 

6.  Tomar nota o grabar el entrevistado para no perder ningún detalle
Es importante tener un record de todo lo dicho en la entrevista para así no dejar escapar ningún detalle. Tomar nota sirve como apoyo al resumen de la entrevista y ayuda a captar algunos puntos importantes; pero es mucho más recomendable grabar  la entrevista sin incomodar al entrevistado para así no perder ningún dato importante, porque luego de finalizar la entrevista y escucharla nuevamente se puede obtener otra información que no se logró percibir en dicho momento.
 

7.  Captar con detalle los momentos y espacios más relevantes de la entrevista

Aunque nos basamos principalmente en las palabras y en lo que nos informe el entrevistado para redactar, hay otros factores que también son importantes y nos sirven para darle un mejor enfoque al trabajo final. Los gestos de la persona, los comentarios salidos, el lugar, su forma de expresarse y el entorno en general permiten tener una más amplia concepción de lo que estamos escuchando.
 

8.  Validar y verificar las declaraciones que hacen los entrevistados

Nunca debemos quedarnos con lo primero que nos dicen, siempre hay que contrarrestar esa información y verificar que otras versiones existen de los hechos, las fuentes pueden tener sus propios intereses y por ende se da pie a la que las declaraciones sean modificadas para conveniencia. Se debe estar bien documentado sobre el tema para saber de qué nos están hablando y poder ser el reportero quien maneje la entrevista.

 

9.  Depurar la información

Para poder publicar un suceso que consideramos importante para nuestro trabajo, es importa seleccionar, clasificar que es lo que en verdad nos sirve, dentro de toda la información,  lo que le va a aportar y hacer que tenga sentido a nuestra entrevista, la información que sobre o argumentos que estén de más hay que dejarlos a un lado. Hacer que nuestra entrevista sea lo más clara, concisa y precisa. 

 

10. Redacción del producto final, teniendo exactitud en las palabras

 
Después de leer y escribir varias veces las ideas que queremos transmitir al lector y hacer un buen esquema seleccionando adecuadamente la información se encuentra el resultado final del trabajo de campo. Se deben realizar varias revisiones de ortografía y redacción para perfeccionar el artículo.

 

 

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